En estas escenas de corrida en foto, los tíos se la machacan y descargan sobre fotos brillantes, a veces puestas en un escritorio o sostenidas bien cerca. Algunos usan polaroids viejas, otros impresiones recién salidas de la máquina. Un momento curioso es un video con una foto familiar enmarcada de fondo mientras se pajean y sueltan todo, dándole un toque arriesgado al asunto.